Saturday, February 26, 2011

Cuando era niño y poema por Mateo Rogoff



Lego Land

Estaba cansado, habíamos tenido un gran día explorando la ciudad Disney cerca de Orlando Florida. Estuvimos todos listos de irnos y estaba sentando en un banco esperando a mi madre quien estaba usando el baño. Sentado a mi izquierda estaba un hombre fabricado completamente de Legos quien parecía estar durmiendo. Fue una creación muy cómica y estábamos discutiendo de como fue construido cuando volvió mi madre. Ella vio a este “Legohombre”. Ella dio a mi papá nuestra cámara para que él pudiera tomar la foto de los dos mismos. Mi madre se acercaba al hombre y apenas había puesto su brazo sobre sus hombros cuando él hizo un ruido tan fuerte que saltó y gritó mi madre casi perdiendo su equilibrio. El Legohombre roncaba. Al momento que mi madre había saltado, mi padre tomó una foto. Hoy en día todavía tenemos esta foto pegada a la nevera.




El Momento Perfecto

Cuando tenía once años, mi equipo de futbol estaba jugando en el último partido del campeonato en un torneo de equipos de todas partes del estado. Estábamos empatados con poco tiempo quedado en el juego. Mi amigo Wade tenía la pelota y estaba tomándola rápidamente hasta la red y la disparó. El apenas falló después de que el portero tapó la pelota con mucho estilo.

Pero entonces teníamos una oportunidad en un tiro de esquina. Wade tenía gran habilidad de tomar estos tiros y estaba preparándose de tomarlo. Yo estaba en el área de meta y estaba vagando y saltando con el intento de confundir a la defensa.

Wade la tiró. Estaba al lado lejos y la pelota se acercaba a mi, Salté y con un cabezaso perfecto la metí en el fondo del arco. Al momento que fue declarado un gol por el árbitro, él también declaró que se terminó el partido.

GANAMOS grité. Todo mi equipo me había levantado sobre sus hombros y estaban frenéticos. Desafortunadamente, la vida, todas las veces no puede ser así.

Por Matthew Rogoff
Estudiante de Español IV
CCV Winooski
Jueves 24 febrero 2011




POEMA

Mi Lado Rebelde

Apenas sopla el viento y ha nacido un pensamiento
Traducido, discutido, expresado, y enterrado
El pueblo levantado
Lo ha comunicado
Y comienza
Los golpes de estados, Líderes asesinados, Mundos Cambiados
La Revolución requiere un susurro
Con rumbo al ruido
Hasta que lo malo
Se ha mostrado
Los grandísimos buenos no pueden ser creados
Sin haber sido alimentados
Los malditos con los deseos viejos
Poder poder y más poder
El poder de vivir, leer, escribir, y comer
Y mas que nada dominar.
Pero hay que cambiar
Como un círculo que comienza en cualquier punto
Pero nunca puede terminar
Otra vez de susurro a grito hasta movimiento
Todo requiere pensamiento
Todos requieren el viento.


Escrito por:

Por Matthew Rogoff
Estudiante de Español IV
CCV Winooski
Jueves 24 febrero 2011

Friday, February 18, 2011

La vida en color por Lisabette Fay "Teresa"




Hay un hombre que vivió en Brooklyn. Trabajó como contable, en un edificio gris, en una calle que se llamó «White Street». Sintió que su vida no era así de llena como podría ser y que hay algo que faltó. Tenía una vida negra y blanca.

Buscó una solución - compró un gato de tres colores, pintó su piso en un tono de amarillo vivo, cambió el color de su cabello a rojo. Pero el hombre continuó sintiendo un vacío.

Un día, su jefe le djio que su trabajo ya no existía por que la empresa de contabilidad falló. Con $2000 de indemnización, el hombre se encontró en su piso amarillo, con su gato de tres colores, sin un plan de acción para el próximo paso.

Durante una semana, se preocupó. Ya no tenía ninguna idea para su futuro. La preocupación se volvió en melancolía. ¿Qué hacer? ¿Dónde ir? ¿Hay un futuro para él? No puedo verlo.

El hombre no pudo más. Era el momento de decisión. No hay opciones pero sintió en su corazón que hoy, el 23 de junio, era el día de acción.

Era de madrugada, por la mañana. Él miró la salida del sol de su cocina, tomando café de su tazón preferido. Vió los colores del amanecer. Sintió la necesidad de descender su maleta cubierta de polvo del armario. Sin entender por qué?, el hombre comenzó a llenarla con unas cosas... la foto de su madre muerta, la caja en cuero que la hizo en los Boy Scouts hace 25 años, el anillo de una boda rota cuando su esposa de dos años le abandonó sin decir una palabra...

No hay necesidad de muchas otras cosas. No quiso recordar esta vida negra y blanca. El tiempo de empezar una nueva vida estaba aquí. Puso unas ropas y su cepillo de dientes en la maleta y la cerró.

Con el gato de tres colores bajo el brazo y la maleta en la mano, el hombre cerró la puerta del piso y a la misma vez, cerró la puerta de su vida de negro y blanco. La conciencia afilada, el hombre tomó el primer paso en la dirreción de su nueva vida.

Debió ver el mundo, por que era allí donde se encontraban los colores de la vida.



vocabulario

contable (m/f) - accountant
edificio (m) - building
lleno - full
faltar - to be lacking/missing
un gato de tres colores - a calico cat
piso (m) - apartment
vacío (m) - emptiness
empresa (f) - business
indemnización (f) - severance pay
melancolía (f) - sadness
no poder más - to be at the end of one's rope
madrugada (f) - very early morning
la salida del sol - sunrise
amanecer (m) - dawn
maleta (f) - suitcase
polvo (m) - dust
cuero (m) - leather
anillo (m) - ring
cepillo de dientes (m) - toothbrush
conciencia (f) - awareness
afilado - keen, sharp

Por:
Lisabette Fay "Teresa"
Estudiante de Español IV
CCV Winooski
11 de febrero 2011

Sunday, February 13, 2011

La mujer de mis sueños y Poema por Mateo Rogoff



Un estudiante se sienta en el pupitre en su primer día de clase en la Universidad. Los otros alumnos están vagando sobre el salón escogiendo sus propios pupitres, todos con los ojos flameados. A las ocho en punto entra una joven hermosa por la puerta. El hombre mencionado arriba está casi durmiendo cuando la ve. Su corazón salta. Que chiquita delgada, él piensa. Ella toma el pupitre delante de él. Entra la maestra. Ella anuncia unas cosas para anotar cuando él hombre se da cuenta que no tiene nada para escribir. Piensa que sería una buena idea de pedir a la mujer bonita de adelante. "Perdón, ¿tiene un lápiz o bolígrafo?" pide en un susurro. Ella se vuelve lentamente. Ella le mira fijamente, sonríe, y guiñe su ojo a él y de repente echa su mirada a la maestra de nuevo. Confundido el hombre intenta otra vez. "No quiero molestarte pero necesito algo para escribir". Por la segunda vez la chica lo mira fijamente, echando su mirada arriba y bajo y devuelve su atención a la maestra. Ahora el hombre siente vergüenza, pero al mismo tiempo quiere un lápiz. Él la pide para la tercera vez. "¿Es una broma? ¿Tiene un lápiz o no?"
Este vez la mujer se vuelve y le da una hojita de papel con las palabras “Michell 453-4234-1242…dame tus números” escrito sobre ella. Asombrado y animado el hombre alcanza para su lápiz y se da cuenta..obviamente.. que no tiene un lápiz para contestar este milagro. Él siente loco pero le pide por la última vez si tiene un lápiz. "Me gustaría darte mis números pero ¿no te das cuenta que no tengo un lápiz?" Ella se vuelve lanza un beso y de repente……

El despierta…la maestra acaba de llamar su nombre y él responde "presente". La mujer no está adelante, los sueños a veces son como bromas.

Por Mateo Rogoff
Estudiante Español IV
CCV Winooski, VT
10 febrero
2011


Mi poema


A través del amor, la vida, y el alma perdida
Estamos juntos
Cuando los fuegos están echados por los vientos del verano
Estamos juntos
Cualquier lugar que exiges amar
Estamos juntos
Soy un preso del tiempo y yo quiero escapar
Pero ni dinero ni Dios me puede librar
Y las cadenas que me detienen me van a salvar
Ahorita es tarde y tengo que prepararme
Para el momento, de nuevo
Que estemos juntos

Por Mateo Rogoff
10 Febrero 2011

Wednesday, February 2, 2011

Mi Ford Falcon por Mark F Carter


Mi último año en la escuela secundaria fue un momento difícil para mí. Nos habíamos mudado a un barrio en los suburbios de York, Pennsylvania.

Mis padres habían comprado un Ford Falcon para mi para utilizarlo para ir y venir a la escuela. Era un coche viejo, pero me encantó. Lo único que me molestaba al respecto fue la palanca de cambios que se encontraba en el volante y, por supuesto, de vez en cuando se atoraba al mismo tiempo durante un cambio de velocidad y yo tenía que saltar afuera del coche y golpear con mi mano en unos reductores que estaban por encima del motor, a fin de que se muevan.

En ese año tuve un matón que parecía estar esperándome en cada rincón para lanzarme un insulto o para robarme algo mientras yo no estaba mirando. Yo pretendía que sus insultos y robos no podían hacerme daño. Yo hacía caso omiso de todas las cosas diferentes que trató de atormentarme. Esto sólo lo hizo más malo y más furioso y más enojado conmigo.

Un día, él empezó a decirme cosas sobre mi coche y me retó a una carrera de coches después de la escuela. El día del desafío, no me presenté. Fui a casa por una salida diferente de la que normalmente tomaba para que no me lo pudiera encontrar. Por desgracia, esto simplemente demoró nuestra confrontación.

A la mañana siguiente en la escuela mi ropa de gimnasia desapareció y no pude asistir a clase de gimnasia. De hecho, esto no era demasiado horrible para mi. Pero, cuando fui a hablar con los profesores al respecto, ellos actuaron como si fuera algo que tendría que resolver. Después de todo, yo no podía probar lo que había pasado con mi ropa. Mis profesores parecían totalmente indiferentes. Evité a mi atormentador todo este día. Alguien había manchado con mierda de perro sobre el picaporte de mi coche cuando me fui a casa. Afortunadamente, me di cuenta y me fui por el lado del pasajero para entrar en el coche.

Al día siguiente se tropezó conmigo en el pasillo con tanta fuerza que sentí que mis dientes se golpearon entre ellos mismos. Él me retó a una carrera de nuevo después de llamarme con nombres malos y hacer comentarios acerca de mi coche. Esta vez, acepté el reto y decidí que no iba a escabullirme. Después de la escuela, me dirigí a la calle designada detrás de la escuela. Fue un camino largo y plano, y fue el área de arrastre designado que todo el mundo conocía. Un grupo de compañeros se presentaron también. Creo que él les había dicho a casi todo el mundo y sabían de la carrera. Creo que tenía la intención de avergonzarme con mis amigos, si no me presenté. Yo estaba allí e íbamos a tener su carrera estúpida.

Estaba en su coche nuevo de marca Pontiac Thunderbird que sus padres le habían dado. El coche era rojo y tenía llamas pintadas en sus lados. Brommmm .. brommmm ... brrrrrroooommm .... gritó su coche, ya otro compañero de clase gritaba la cuenta atrás. Realmente no pensé que podía ganar y, por supuesto, una vez que la cuenta atrás llega a 0, mi engranajes atascados en el coche y mi coche murió rápidamente. Él había ganado la carrera y yo era el perdedor. Él siguió su camino por la carretera y haciendo bocinazos.

Fue entonces cuando vi el coche de la policía en la distancia. Habían encendido las luces y estaban tomando el matón por exceso de velocidad. Mis compañeros de clase que se presentaron para la carrera desapareció rápidamente. Mi coche arrancó y me di la vuelta y me fui en la otra dirección.

Por supuesto, mi matón continuó para intimidarme durante todo ese año, pero no en la misma medida como lo había hecho antes.

Pero ahora, su intimidación no me molestaba como antes, porque yo había aprendido la lección. No fui el perdedor, era él.

Escrito por: Mark Carter
31 enero 2011
Instructor / Technical Consultant / Artist
email: mfcarter2@gmail.com
web: http://www.mfcarter.net
blog: http://mfcarter.net/blog/
facebook:http://www.facebook.com/mfcarter