Wednesday, October 6, 2010

Mi primer Gatito Por Mark Carter





Cuando yo era un niño, tuve un gatito llamado Grillo. Mi padre lo trajo a la casa desde la fabrica de ladrillos de mi abuelo. Ellos siempre parecían tener gatos en la fábrica de ladrillos y Grillo no tenía a nadie para cuidar de él. Su madre había fallecido.


Cuando mi padre lo trajo a casa, él era del tamaño de la palma de la mano de un niño de 6 años. El era blanco con grandes manchas de color negro. El no podía comer alimentos excepto la leche. Necesité usar un gotero para darle su leche porque el no entendía como comer comida sólida.


El creció rápidamente y pronto aprendió a tomar leche de un tazón. Con frecuencia me siguió alrededor de la casa y siempre estaba en la misma habitación.


Tenía una curiosidad tremenda y él fue siempre poniendo a si mismo en problemas. Un día él rompió un jarrón de mamá, otro día tiró una bolsa de azúcar, y a él le gusta pan mucho incluyendo nuevas bolsas de pan que fueron llevadas a casa de la tienda. Por supuesto, no tenía ninguna duda que a veces mis padres se preguntaban si valía la pena.


En estos días teníamos jabón entregado en la casa. El hombre que trajo el jabón fue muy amable y siempre habló conmigo.


Un día, después que él salió, el timbre sonó. Era el hombre de jabón otra vez. El estaba muy triste y dijo a mi mama que Grillo había muerto. Grillo había subido, a una de las llantas de su coche y cuando el hombre salió del camino de entrada había atropellado con su auto, mi Grillo.


Yo no entendía o no creo que sea posible. Corrí afuera y en el camino de entrada estaba mi Grillo. Lo levanté y él no se movió.


Lloré.

Mark F. Carter
6 de octubre de 2010

1 comment:

Irma Valeriano said...

Mark, si escribes un libro con tus historias de niño lo compro... Son lecturas completamente tuyas: dulces, maravillosas, tiernas, educadas, sencillas, bellas... ¡me encantan (y tú me encantas también)!!!!